TRADUCCIÓN DEL CAPÍTULO 10 del libro CATHOLIC HOMESCHOOLING
Pueden bajar la traducción de Dropbox para leerla con tranquilidad. Dado que la autora, la Dra. Clark, nos ha autorizado tan generosamente a traducir y difundir su obra, consideramos que pueden difundirla, copiarla y distribuirla libremente -sin fines de lucro.
Este proyecto de traducción que organizó Xhonané Olivas, del blog FAMILIA CATÓLICA HOMESCHOOLER, tiene por fin la difusión del homeschooling católico en el medio hispanoamericano.
La idea es mostrar su relevancia en la situación que viven la familias católicas en nuestros días, en el momento en que arrecia la agresividad de una cultura de la muerte -como bien la llamó el beato Juan Pablo II-, que busca destruir, no solamente la vida humana física con el aborto y una economía individualista, enemiga de la familia, sino también, la vida de las almas con una educación explícitamente anticristiana, militante en su laicismo.
Las familias en general y las católicas en particular están expuestas a esta agresión sin armas y sin ayuda. Por el contrario, mientras más confían en las escuelas existentes, más problemas para educar a sus hijos encuentran.
Mary Kay Clark, Catholic Homeschooling, Kindle edition,
ed. revisada 2008.
CAP. 10
Por una madre
que hace homeschooling sola.
“Dejad que los niños vengan a mí,
y no se lo impidáis…” (Mc. 10, 14) Estas palabras de Cristo, el mayor
Maestro que alguna vez hubo o habrá, muestra la enorme responsabilidad que los
padres tienen de enseñar a sus hijos sobre Dios desde la infancia,
desarrollando en ellos un estable y siempre creciente conocimiento, amor y
servicio a nuestro Señor.
La doctrina católica es, y siempre lo
ha sido, que “los padres tienen la gravísima
obligación y el deber primario de
hacer todo lo que esté en su poder para asegurar la educación física, social,
cultural y religiosa de sus hijos.” (1983 Código de Derecho Canónico 1136,
énfasis del autor)
El papa León XIII sostiene en Sapientiae Christianae que
“…por naturaleza los padres tienen el derecho de
educar a sus hijos, pero con este deber agregado: que la educación e instrucción
del niño sea acorde con el fin para el cual el Cielo les dio los hijos. A los
padres toca, por tanto, tratar con todas sus fuerzas de repeler toda injuria en
ese particular, y de conseguir a toda costa el que esté en su mano el educar
cristianamente, cual conviene, a sus hijos, y apartarlo cuanto más lejos
puedan de las escuelas donde corren
peligro de que se les propine el veneno de la impiedad[2].
El Concilio Vaticano II también
reiteró esta enseñanza en el documento Declaración
sobre la educación cristiana. De hecho, la procreación y la educación de
los niños son los fines primarios e iguales en valor del sacramento del
matrimonio. Nuestro Creador mismo ha ordenado que para que el propósito divino
sobre el matrimonio se cumpla es esencial que se preserve el orden y la
estructura de una sólida vida familiar.
A pesar de ello, ¿qué se puede hacer
cuando una parte de esta sagrada estructura ha perdido uno de sus miembros
clave – cuando uno de los padres ya no es más parte del cuadro? ¿Es posible que
los miembros remanentes sobrevivan? ¿Puede un hogar roto ir más allá de la mera
supervivencia y elevarse para llegar a ser una familia sana, estable, feliz y
centrada en Dios? Sí, sí es posible si los niños son educados en casa.
Hacer homeschooling en estas circunstancias parece no realista – ¿quizás imposible? Bueno, la Iglesia nos dice que, nosotros, en tanto padres, tenemos “el derecho”, “el deber” y “la grave
obligación” de proveer a la educación de nuestros niños.
En su encíclica, La educación cristiana de la juventud, el papa Pío XI nos dice:
Porque, como la educación consiste esencialmente en la
formación del hombre tal cual debe ser y debe portarse en esta vida terrena
para conseguir el fin sublime para el cual ha sido creado, es evidente que así
como no puede existir educación verdadera que no esté totalmente ordenada hacia
este fin último[3].
Con esto en mente, no hay forma de
que un verdadero sistema educativo incluya educación sexual, prevención sobre
drogas o enfermedades, educación sobre SIDA, clarificación de valores o
cualquier otro de los tópicos de la agenda humanista[4]. Claramente, esto no es lo que nuestro Señor pretendía cuando dio el
mandamiento: “vayan y enseñen a todas las naciones”.
La
Encilcopedia Católica afirma que "los padres católicos tenemos la
obligación en conciencia de proveer educación a nuestros hijos, ya sea en casa
o en una escuela de cualquier tipo". (Vol. V, p 304, 1909 Ed.)
El
Concilio Vaticano II, también reitera esta afirmación en su documento Declaración
sobre la Educación Cristiana de 1965. De hecho, los propósitos primordiales
y de igual prioridad del sacramento del matrimonio, son la procreación y la
educación de los hijos. Nuestro creador mismo lo ha dispuesto como propósito
divino para que el matrimonio sea un éxito. Es esencial que el orden y la
estructura de una familia sólida sea preservada.
Si la posición de la Iglesia sobre la
importancia de una verdadera educación cristiana no es un factor convincente
para hacer homeschooling, quizás lo
será la preocupación por la estabilidad emocional del niño proveniente del
ambiente de un hogar roto. La carga emocional que estos niños están expuestos
durante la ruptura de sus familias, es algo que arrastrarán con ellos durante
el resto de sus vidas. ¿Acaso vamos a marcarlos más separándolos de la familia
que les queda, enviándolos a una escuela fuera de su hogar durante seis a ocho
horas cada día? Ellos no encontrarán allí la estabilidad que necesitan con
desesperación. ¿Pones a los más chicos en una guardería, o quizás en
programas optativos después del horario
escolar, como se estila ahora si los padres deben buscar empleo fuera? ¿Qué
pasa con los adolescentes que tienen que al volver encuentran la casa vacía? No pasará mucho hasta que encuentren dificultades. ¿Alguna de estas soluciones los ayudarán?
Ya hemos visto una generación de niños que
fueron criados por extraños: la niñera o la encargada de la guardería es quien
descubre el primer diente o es testigo de los primeros pasos y, tristemente, la
que muy frecuentemente es llamada “Mamá”. ¿Serán estos niños los que lleguen a ser los adultos maduros y orientados a la familia del
mañana? ¿Cómo podrían llegar a serlo cuando no hubo nadie cerca, sólo para ellos?, ¿alguien que los amase
como ninguna cuidadora jamás podría, ya que nadie puede tomar el lugar de un
padre? Éste era el camino querido por Dios y sin el orden de una vida familiar
estable o de la estructura jerárquica de la paternidad, los niños carecerán de
la crianza apropiada. Tristemente, el hijo de los matrimonios rotos de hoy
frecuentemente pierde, no uno, sino ambos padres.
Durante semejante conmoción, como lo
es la pérdida de un padre, ¿no sería el propio hogar el mejor lugar para estos
chicos? ¿Acaso no es importante para ellos poder llorar cuando así lo sienten,
gritar cuando necesitan, reaccionar en cualquier otra forma que ellos
necesiten, y, lo más importante, saber que un padre permanece allí para estar con ellos?
Frente a una familia
rota, ¿qué es mejor? : ¿Dejar a
tus niños en la parada del micro escolar todas las mañanas, o cargarlos a todos
en el auto y conducir hasta la parroquia y comenzar todos, y cada uno de los
días, con el santo Sacrificio de la Misa? Sin duda alguna, ni tú ni tus niños
podrían atravesar semejante prueba sin la constante
gracia de Dios ni el alimento y la fuerza de su Precioso Cuerpo y Sangre.
¿Estará exento de problemas el día
escolar? Probablemente no, especialmente al comienzo. Pero piensa en la alternativa. En
cualquier caso, es muchísimo mejor sobrellevar lo que sea juntos, como familia, a que cada uno sufra solo
por su cuenta.
Confía y ruega a la Sagrada Familia
con frecuencia; nunca permitas que pase un día sin rezar como familia el
Rosario. Confía tus hijos al cuidado de nuestra Señora, estando segura de que nuestra Santa
Madre los guardará como propiedad suya. Haz esto y Nuestro Señor estará siempre
presente en tu hogar como Rey y Cabeza de tu familia y de tu escuela en el
hogar.
La
enseñanza
¿Cómo hará uno de los padres para
educar a sus hijos sin contar con el cónyuge? Actualmente, desde este
punto de vista, las cosas son virtualmente las mismas que para las escuelas
hogareñas que cuentan con ambos padres. En la mayoría de los hogares, es el
padre el que provee, dejando la mayor parte, si no toda la enseñanza, a la
madre. Hay también muchas familias cuyas circunstancias requieren que ambos
padres estén empleados y, aun así, el homeschooling
sigue siendo una parte integral de su vida familiar. Desde
esta perspectiva, las situaciones son
similares porque la escuela es usualmente el trabajo de uno de los padres y
así, los requisitos para un homeschooling
exitoso se aplica a todos.
Primero, organízate. Lleva una
agenda y agiliza tu día. Elimina todo lo innecesario: traslados, visitas y
eventos que roben tu precioso tiempo. Fija un horario para levantarse, ir a
Misa, el desayuno, el comienzo de clases, y atente a él. No contestes el
teléfono durante el tiempo de clases. Fija un horario para terminar las clases
y no continúes más allá de él, especialmente si debes prepararte para un
trabajo fuera del hogar. Si algo no se ha concluido, se terminará al día
siguiente.
Segundo, sé flexible. Si tu
situación requiere que trabajes fuera durante dos días, enseña en los otros
tres. Enseña durante los fines de semana. El homeschooling se ajusta fácilmente a una agenda laboral.
Tercero, no abandones la motivación. El homeschooling es bueno para
tu familia. Míralo de este modo todos y
cada uno de los días.
Cuarto, acepta que es un sacrificio y un compromiso, pero no diferente, en realidad, del sacrificio que la paternidad responsable requiere.
Quinto, acude a la ayuda de otros. Los niños, aunque sean chicos, deben tener su parte de
responsabilidades: uno lava los platos, otro limpia el piso, el pequeño puede
guardar en su sitio la ropa o los juguetes, etc. Ellos deben entender que tú no
puedes hacerlo todo. Si los parientes
aprueban lo que haces, entonces acepta su ayuda en lo que puedan colaborar.
Pero si ellos no acompañan el proyecto, es mejor permanecer alejado.
Finalmente, lo más importante, tenemos que ser
virtuosos. La paciencia tiene que ser cultivada tanto como la
autodisciplina, lo cual significa también negarse a sí mismo. La perseverancia también
es vital. ¡No hay que descorazonarse al punto de querer abandonar! Si el día se
vuelve imposible, entonces deja a tu niño leer un libro sobre la vida de un
santo. Llena las estanterías de tus hijos con libros sanos y entretenidos:
lecturas de espiritualidad, clásicas y buenas. O déjalos mirar un buen video: La canción de Bernardita, Un hombre para
todas las estaciones, El día que el sol bailó. Los niños aprenderán a
partir de esto.
Consuélate con el pensamiento de que mientras tus hijos estén en el hogar contigo, sus almas están a salvo. Enséñales
sus oraciones, los diez mandamientos, prepáralos para los sacramentos, haz que
examinen su conciencia todas las noches. Al final, ser un experto en
computación no tendrá
consecuencias eternas. Lo que
nuestro Señor quiere ver en nuestros
hijos es un corazón puro.
Una de las cosas que debes entender
para criar con éxito niños buenos, bien adaptados, sanos espiritualmente, sin
el beneficio de la unidad de una familia tradicional, es que no puede hacerse sin las rutinas y valores de una familia tradicional. Es muy importante
que las comidas se tomen con toda la familia presente. Los momentos de sentarse
a la mesa deben ser de quietud, de relax, donde los buenos modales siempre se
observen y la TV nunca esté prendida. Ese debe ser un tiempo para conversar
sobre los eventos del día, contar chistes… en definitiva, debe ser un tiempo de comunicación agradable con los miembros de la familia.
Cocina sus platos favoritos. Aleja la tentación de pensar que es demasiado lío
hacer ese plato especial solamente porque sólo hay un adulto
a la mesa.
Saca provecho de las ocasiones
especiales, sobre todo de las fiestas que están tradicionalmente orientadas a
la familia. Sal con frecuencia en familia, todos juntos. Gasta cuando puedas en
un desayuno fuera de casa. Un helado en la heladería es siempre un evento y es
una de esas extravagancias que no harán demasiado daño (ojalá) al presupuesto
de un padre solo. Haz que los domingos sean especiales llevando y visitando un
museo (u otros lugares gratuitos de interés). El objetivo es hacer la vida en
el hogar feliz y memorable, a pesar de
las circunstancias.
¿Cómo hacer con todo esto si
necesitas ganar dinero al mismo tiempo que educar en casa a tus hijos? Lo ideal sería que intentes encontrar
un empleo en el que puedas trabajar desde casa, quizás con
“telecomunicaciones”. El hecho de que vayas a estar siempre allí con tus niños, será un proyecto mucho
más importante que cualquier otro que puedas tener
en la oficina. Pero si esto no es posible, entonces trabaja fuera de la casa en
las tardes o noches. La cosa es esforzarse por estar en el hogar con tus chicos durante el día cuando te necesitan más.
Acuérdate de las palabras del gran
Doctor de la Iglesia, San Juan Crisóstomo, “¿Qué
mayor obra hay que educar la mente y formar los hábitos del joven?”
Asegúrate de que los niños estén al cuidado de un pariente confiable o de una
niñera responsable. Haz que la cuidadora venga a tu hogar. Esto, además,
construye estabilidad en el niño. Nunca es agradable dormir
en un lugar no familiar solamente para ser despertado de un profundo
sueño, salir al aire frío de la noche y enfrentar un nuevo viaje en
auto antes de volver al confort de la propia cama.
Otra vez, ruega por una solución.
Esta es un área donde, si oras y ruegas sin cesar, Nuestro
Señor proveerá con creces. Educar tus hijos en casa es lo que Dios quiere y si Él ve que estás determinada
a enfrentar los obstáculos, Él te recompensará abundantemente removiendo lo que
sea que se ponga en tu camino.
El objetivo principal es minimizar la
pérdida del padre faltante tanto como sea posible. Se te han dado las gracias a
través del Sacramento del Matrimonio para criar y educar apropiadamente a tus hijos, inclusive si eso significa que
debes hacerlo sola.
Nuestro Señor ha bendecido a la
naturaleza con una capacidad admirable de adaptabilidad. Si alguien tiene la
desgracia de perder algo tan necesario como un ojo, la tragedia disminuye en
cierta medida porque el ojo sobreviviente se hace más fuerte, principalmente a
causa de la pérdida y así comienza a compensar y a hacerse cargo en lugar del
miembro que falta.
Un verdadero seguidor de Cristo sabe
que siendo menos, somos capaces de más. Cuando reconocemos nuestra nada, Cristo
nos usará para hacer grandes cosas. Por nuestros hijos, debemos dirigirnos a Él
cada día reconociendo nuestras debilidades, nuestras limitaciones, nuestros
errores, nuestras inseguridades como padres solos, y pedirle que obre por
nosotros, y a través de nosotros, todo lo que no somos capaces de hacer por
nosotros mismos.
Este artículo ha sido escrito por una madre que educa en
casa sola a varios niños. A través de los años, he escuchado de muchos padres
que hacen homeschooling solos.
¿Cómo hacen para manejar las dos cosas: el trabajo y el homeschool? La
mayoría tiene trabajos que pueden hacer desde la casa, como copiar o hacer trabajos en computadora,
o editar o revisar escritos. Algunos trabajan para un pariente que entiende la
situación y está dispuesto a permitir a la madre que sea flexible con los
horarios.
Algunas son enfermeras o trabajan en enfermerías o como enfermeras de
noche. Otras trabajan de noche, por
ejemplo en la compañía telefónica. Algunas arreglan para que otra madre homeschooler
cuide sus chicos durante la tarde. Algunas viven cerca o con su madre o hermana,
así tienen una niñera cuando deben trabajar por la tarde o noche.
Algunas madres solas llevan a sus chicos al trabajo.
Algunas trabajan en librerías y sus chicos se quedan en otro cuarto. Una es
secretaria y su niño tiene un escritorio al lado del de ella. Una madre limpia
hogares y lleva los chicos con ella.
Hay pocos padres que enseñan solos a sus
niños. La mayoría trabajan en su casa. Uno es escritor. Otro es retirado. Uno
enseña durante la mañana, luego va al trabajo por la tarde. Uno vive con
parientes que ayudan.
Nosotros debemos encomendar y orar por los padres solos que reconocen
sus responsabilidades y están dispuestos a hacer sacrificios extras por sus hijos.
***
[1] Trad. Beatriz Reyes Oribe. http://gnoseseauton.blogspot.com, revisada por Xhonané Olivas de http://familiacatolicahomeschooler.wordpress.com.
[2] Traducción tomada de León XIII, Sapientiae christianae n. 29; en f.
Hoyos (ed.), Encíclicas pontificias,
Tomo I, Guadalupe, Buenos Aires 1958, p. 409.
[3] Pío XI, Divini
illius Magistri n. 5.
[4] N.T.: Se ha dado en llamar así al pensamiento
antropocentrista, anticristiano y antireligioso en general, cuyas ideas vienen
del iluminismo y del progresismo. Algunos protestantes confunden bajo este
título a la cultura greco-romana precristiana recogida por el Renacimiento, que
es, en realidad, la que ha sido designada originariamente con este nombre y que
no fue atea. En efecto, si bien el nombre es reclamado también por varias
corrientes filosóficas de los últimos siglos (Marxismo, Existencialismo), es
usado recientemente por asociaciones y partidos ateos, cuyo objetivo es
promover una cultura atea. En el programa de estos humanistas ateos está la
separación completa de Iglesia y Estado, el laicismo en materia educativa, la
prohibición de cualquier manifestación religiosa en el ámbito público, en particular, en la escuela, etc. Como
ejemplo, ver el Manifiesto
Internacional para un Humanismo Ateo, publicado por la Unión de ateos y
librepensadores: http://ateos.org/?page_id=14 [consulta 21-10-2013]. También cfr.
los objetivos, haciendo hincapié en los estratégicos, relativos a la educación;
http://ateos.org/?page_id=13 . Este tipo de asociación existe
también en Sudamérica: por ejemplo, http://www.argatea.com.ar/ , http://www.ateosmardelplata.com.ar/ .